El síndrome de la cara vacía

Tras la aparición de la pandemia de COVID-19, el uso de la mascarilla se ha convertido en un elemento obligatorio de nuestro día a día. Durante estos dos años de uso continuado, hemos conocido a amigos/as, profesores, profesionales etc. a los que únicamente hemos visto sus ojos, el resto de su cara estaba cubierta. La única forma de conocer a los demás, era tras una pantalla o tras la mascarilla, lo que ha proporcionado cierto grado de distancia y ocultación. Sin embargo, tras la nueva normativa que permite la retirada de la misma el miedo y la evitación se ha incrementado en las personas más vulnerables e inseguras, niños/as y/o adolescentes.

El síndrome de la cara vacía se refiere al miedo a descubrirse la cara, en concreto, tras la retirada de la mascarilla. Este miedo aparece porque la mascarilla ha supuesto una “protección” y “ocultación” de determinados elementos físicos como, por ejemplo: la ortodoncia, el acné, nariz o boca considerados más pequeños/grandes, etc. muchas veces derivado del cambio físico de la adolescencia. Sin embargo, no sólo la parte física se oculta, sino también algunas expresiones emocionales como la vergüenza, la timidez, gestos etc.

Este síndrome está afectando a las personas más vulnerables, y con menos autoestima., personas con historia o miedo al rechazo social (fobia social), inseguridades y con cambios físicos en progreso etc. ¿Qué hacer ante esto?

  1. Quitar la mascarilla de forma progresiva. En lo que refiere al grupo social, al tiempo etc. Desde lugares más cómodos y de confianza (como el hogar) a lugares más difíciles como en el aula.
  2. Hacerlo cada vez con más frecuencia e incrementando el tiempo sin la mascarilla.
  3. No dar un paso más si no se siente cómodo/a con el paso anterior.
  4. Fomentar la compresión de los de alrededor y el apoyo familiar y social en cada paso.
  5. Hablar de la situación, expresar emociones al respecto y reducir creencias negativas (soy feo, todos se reirán de mi…)

Para terminar, queremos recalcar la importancia de entender la situación que hemos pasado, fomentar la comprensión y compasión con nuestros hijos/as y compañeros/as, en concreto, para quienes las relaciones sociales son una dificultad. Demos tiempo a volver a generar aquel hábito olvidado, el de volver a la normalidad. Sabemos que, a veces, no es fácil.

Por ello, si necesitas ayuda puedes contactar con nosotras, en Troba’t Psicología te ayudamos a afrontar esas inseguridades que pueden aparecer tras la retirada de la mascarilla.

 

Alba López

Coordinadora y Psicóloga Troba’t Psicologia